Anagrama
2012
272 páginas
Había leído Sostiene Pereira hace varios años y tenía un excelente recuerdo de aquel librito de este autor, y cuando este año falleció y vi que se publicaba su último libro, decidí leerlo.
No se trata de un libro de viajes al uso, y pudo decir que en cierto modo es un alegato contra el turismo de masas, contra los viajes en los que el turista trata de reproducir los hábitos de su vida cotidiana, sin enterarse de nada, pasando por los lugares sin detenerse a pensar en ellos, sin buscar sus singularidades.
Sí que se trata de un libro delicioso, lleno de viajes a todas partes que sirven al autor como excusa para hablar de libros, de arte, para reflexionar acerca de la condición humana.
He descubierto en Tabucchi a un hombre refinado, de una escritura delicada y profunda, a veces difícil de comprender, en una línea intelectual parecida a la de Claudio Magrís.
En definitiva, es un libro culto y curioso, capaz de abrir las puertas de viajes diferentes a algunos destinos muy frecuentados por el turismo, un placer y un aprendizaje. Y una admiración grande hacia este escritor vitalista que murió hace unos meses.
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