lunes, 5 de septiembre de 2016

INSOLACIÓN, Emilia Pardo Bazán

Novela

1889

91 páginas (pdf)





Francisca de Asís Taboada, marquesa viuda de Andrade, es una mujer muy respetada en la alta sociedad madrileña y ella está muy orgullosa de ese respeto que se ha ganado con su vida honrada y tranquila.
Cuando está a punto de ir a pasar las vacaciones a su tierra, Vigo, con su padre y su hija de siete años, conoce a un joven andaluz, Diego Pacheco, que provoca un cambio en su vida: el descubrimiento del deseo y la pasión.
Asís se debate entre sus escrúpulos religiosos y sociales, el miedo a que la tilden de casquivana sus amistades, y la multitud de sensaciones nuevas y placenteras que le produce su relación con Diego, gracioso, vividor y expansivo. Esa relación no está sujeta a las normas y protocolos de la sociedad de la época; por eso, a Asís, que siempre las ha respetado, esta situación le produce sufrimiento, hasta el punto de intentar, repetidas veces, no volver a verlo.
El final es significativo, pero prefiero no comentarlo, lógicamente por no desvelarlo.

El título de Insolación viene a cuento de que la primera vez que salen juntos Asís y Diego es a la pradera de San Isidro, en la fiesta del patrón de Madrid, y allí ella, presuntamente, coge una insolación que la deja al día siguiente en cama y con jaqueca. Y ahí es donde comienza la novela precisamente. Aunque la insolación es más una excusa o un símbolo que otra cosa: el sol, el deseo de vivir…, es lo que se ha despertado en Asís con la compañía del andaluz.

Es una novela muy cortita y aparecen muy pocos personajes, pero destaca, además de los dos protagonistas, Gabriel Pardo, un amigo también gallego de Asís, que da voz a las ideas de Emilia Pardo Bazán en defensa de la igualdad entre mujeres y hombres (obsérvese el apellido de este personaje). La idea principal es cómo se medía (mide) de diferente manera el comportamiento de las mujeres y los hombres en el plano amoroso y sexual: la sociedad era (es) muy laxa con los hombres y muy estricta con las mujeres, y llega al punto de que las propias mujeres creen que tienen la obligación de “portarse mejor” que los hombres, con los consiguientes problemas de conciencia de ellas, animados además por los usos y creencias religiosas en que las mujeres (al menos en esta capa social) estaban más sometidas al poder de la Iglesia a través de sus confesores espirituales.

El estilo tiene una calidad artística indiscutible y en él sobresale la detallada y profunda caracterización psicológica de la protagonista a través del monólogo interior de los primeros capítulos y de partes del resto de la novela. A través de ese monólogo, profundizamos en los pensamientos y sentimientos de Asís y en su evolución desde su sentimiento inicial de vergüenza y culpa.
Sobresale también, en mi opinión, la ironía de la escritora gallega, con la que consigue dar más fuerza a sus ideas en defensa de la igualdad de la mujer y con la que también logra la complicidad de l@s lector@s.

Esta novela fue publicada en 1889 y parece ser que tuvo muy mala acogida por parte de los críticos, como Pereda o “Clarín”, aunque las objeciones que le pusieron no eran de índole artística y literaria, sino moral y sexista: les escandalizaba el tema y, sobre todo, que sobre ello hubiera escrito una mujer y que defendiera la autonomía y la libertad sexual de las mujeres. Advierto que es una novela del siglo XIX y que hay que contextualizarla, porque a nuestros ojos casi podría ser considerada novela “rosa”, en todo caso nunca “pornográfica” como llegó a calificarla “Clarín”.
En ese sentido, creo que habría que desmitificar a los escritores, asumir que son personas con sus defectos y sus virtudes y que ser maestros en la literatura no supone que tengan que ser también magníficas personas. Quiero decir que, en mi opinión, “Clarín” (que en otros tiempos alabó a Emilia Pardo Bazán y tuvieron una relación muy cordial y que es de los escritores considerados progresistas…) sentía a la escritora gallega como una rival y, como era mujer, disfrazó su rivalidad (me atrevería a decir envidia) con condescendencia. Recordaré que “Clarín” rechazó el ingreso de la escritora gallega en la RAE por el razonable motivo de que su trasero no cabía en el sillón... La Regenta no deja de ser una obra maestra dentro de la historia de la literatura, aunque su autor no fuera precisamente irreprochable.

Termino con un agradecimiento a las mujeres como Emilia Pardo Bazán, que defendieron sus ideales en la literatura y en su propia vida, lo que les granjeó no pocos disgustos y sinsabores; pero gracias a las cuales se fueron alcanzando las cotas de igualdad que hoy nosotras (todos) estamos disfrutando. Y quería también reivindicar la categoría literaria de otras muchas escritoras de la historia de la literatura española, escritoras que no aparecen en el currículo oficial de la ESO ni el Bachillerato: solo se estudia a Emilia Pardo Bazán y Rosalía de Castro en el siglo XIX y, de entre los veinte escritores que el currículo nombra en 2º Bachillerato del siglo XX, no hay ninguna mujer. ¿En el siglo XX no hay ninguna escritora con la suficiente calidad literaria como para poder estudiarla en el instituto? Me extraña…

En resumen, Insolación es una novela entretenida, es literatura de calidad, tiene valores humanos y sociales y un mensaje feminista que invita a reflexionar, ¿qué más se puede pedir?

Documental sobre Emilia Pardo Bazán, introductora del Naturalismo en España y autora de La tribuna, Los pazos de Ulloa y La piedra angular, entre otros títulos:
Para leer esta novela online:
Para descargar el pdf de la novela (gratis y legalmente):

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