DOLORES VELASCO

La siguiente escritora española de la que os voy hablar nació en Madrid en 1961. Ella acostumbra a firmar sus obras con el nombre  de Lola Velasco  aunque su verdadero nombre es Dolores Velasco. Desde que era una niña sabia que su vocación iba a ser literaria, mostrando una dedicación especial a la poesía, esto le ha permitido realizar trabajos periodísticos, haciendo de critica literaria y de columnista, en diarios y revistas tan reconocidos como ABC y Libros. 

El interés de su obra poética, tan breve (hasta 1998) como atrayente, no ha pasado desapercibido ante la crítica especializada en el estudio de la joven poesía española de la última década del siglo XX; debido a este interés, Lola Velasco ha publicado algunos de sus poemas en las revistas poéticas más conocidas, y su obra ha sido incluida en las recopilaciones más relevantes de esta época.

Se inició en el mundo de las publicaciones líricas en 1986, fecha en la que dio a la imprenta en Madrid La frente de una mujer oblicua. Posteriormente, ha publicado otro poema, La cometa o las manos sobre el papel (Madrid, 1992), y ha escrito un tercero que aún no ha visto la luz, El sueño de las piedras. Además, es autora de una interesante novela, La ondina del Manzanares (Madrid, 1990).

A esta fascinante escritora, se la definiría como una defensora de una poética madurada en la reflexión y en la lenta sucesión de los hechos cotidianos, Lola Velasco huye de las prisas que impone el desquiciamiento de la sociedad actual, para elaborar pausadamente una obra, cuya máxima aspiración es provocar un mínimo cambio, por pequeñísimo que sea en el lector que acaba de leerla.
De ahí la utilización en su poesía de un vocabulario claro y sencillo, propio del nivel coloquial del lenguaje, que, junto con la brevedad del verso y del poema,para asi poder llegar al interior del lector y conseguir ese pequeño cambio que buscaba esta gran escritora.: 

Aqui os dejo algunas de sus oras que estoy seguro que os conmocionaran"Yo elijo perderme / en el contorno / agonizante / de tu mano, / anillo verdoso / por donde circula / mi muerte. / Y me aparto / abrazada a la fragilidad / que se esconde / en tu interior, / un gigante pequeño / que me agarra" (de La cometa o las manos sobre el papel).