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lunes, 12 de febrero de 2018

CARMEN DE BURGOS

 Carmen de Burgos fue considerada la primera mujer periodista profesional, también conocida como Colombine, aunque firmó con un gran número de seudónimos. Perteneciente a la generación del 98, escribió una gran cantidad de obras literarias, tanto novelas como textos periodísticos, una de las novelas más importantes, fue “Puñal de claveles”. Tal fue su trabajo que llegó a traducir obras de otros autores, incluso apoyó al movimiento feminista, destacando con conferencias como “La misión social de la mujer”.



Nació en Almería en 1867. En 1883, con dieciséis años​ y en contra de la opinión de su padre, se casó con Arturo Álvarez y Bustos, pintor y periodista, doce años mayor que ella. Este era hijo de Mariano Álvarez y Robles, el cual tenía en propiedad la empresa tipográfica que imprimía el principal diario de la capital. Esto permitió a Carmen familiarizarse con el mundo de la prensa desde joven colaborando en la impresión del diario.

Su marido resultó ser infiel, colmando su matrimonio con el prematuro fallecimiento de sus tres primeros hijos.  En agosto de 1901 tras la muerte su hijo Arturo (nacido en 1893) decide abandonar a su marido para comenzar una nueva vida en Madrid, llevándose consigo a su única hija superviviente María Álvarez de Burgos, nacida en 1895.

A partir de 1902 colaboró con el periódico El Globo en el que escribía una columna titulada “Notas femeninas” que analizaba asuntos como “La mujer y el sufragio”.

En 1903, Augusto Suárez de Figueroa fundó el Diario Universal y la contrató para llevar una columna diaria titulada “Lecturas para la mujer”, bajo el seudónimo de "Colombine". Era la primera mujer reconocida como periodista profesional en España. En su columna trataba las modas e introducía ideas que ya se estaban popularizando en otros países europeos.

Hizo campaña para que se legalizara el divorcio, por lo que obtuvo ataques por parte de la Iglesia y de los sectores conservadores que buscaron desacreditarla.

 En 1905 consiguió una beca del Ministerio de Instrucción Pública para estudiar los sistemas de enseñanza de otros países, por lo que viajó durante casi un año por Francia, Italia y Mónaco.

A finales de 1906 retomó su labor periodística y lanzó una campaña en “El Heraldo de Madrid” a favor del sufragio femenino con una columna titulada “El voto de la mujer”. A su regreso de Francia, creó una reunión semanal llamada “La tertulia modernista” a la que acudían escritores, periodistas, músicos y otros artistas de paso por Madrid. Allí conoció a Ramón Gómez de la Serna, entonces un desconocido estudiante de diecinueve años, el cual se convierte en su admirador. Ramón la visitaba en su casa a las cinco de la tarde, donde escribían juntos. Sobre 1909 iniciaron una larga relación amorosa y literaria.

Estuvo en el origen de “la Revista Crítica” (1908-1909), de la que llegaron a salir seis números en los que colaboraron Eduardo Zamacois, Juan Ramón Jiménez y Ramón Gómez de la Serna entre otros. Se relacionó con Galdós, Blasco Ibáñez, Cansinos Assens, Tomás Morales y otros tantos escritores.

En 1909 Carmen de Burgos decide acercarse a las tropas españolas que luchaban cerca de Melilla. Allí ejerció de corresponsal de guerra del diario “El Heraldo de Málaga”. A su vuelta a Madrid, publicó el artículo ¡Guerra a la guerra! en el que defendía a los defensores de la objeción de conciencia.

Carmen y Ramón Gómez de la Serna no se casaron, pero compartieron su vida y su pasión por la literatura durante varios años, residiendo en distintos países. Escribían en revistas y periódicos y apoyaban proyectos de jóvenes autores. Su relación se rompió cuando Ramón mantuvo una relación con María, la hija de Carmen. Carmen de burgos lo siguió considerando un amigo.


Con la proclamación de la Segunda República en 1931, la nueva constitución reconoció el matrimonio civil, el divorcio y el voto femenino, terminando así con el constante trabajo de Carmen.

 Se afilió al Partido Republicano Radical Socialista y fue nombrada "presidente" de la Cruzada de Mujeres Españolas y de la Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas.

El 8 de octubre de 1932, mientras participaba en una mesa sobre educación sexual en el Círculo Radical Socialista, Carmen de Burgos mostró malestar, por lo que fue llevada a su domicilio donde le atendieron tres médicos, falleció en su domicilio con más de sesenta años.

 Fue enterrada en el cementerio civil de Madrid en presencia de los principales políticos e intelectuales de la época. Clara Campoamor, junto con varios intelectuales, pidió que se diera su nombre a una calle de Madrid.


Tras la Guerra Civil y la victoria del régimen franquista, su nombre fue incluido en la lista de autores prohibidos y sus libros desaparecieron de las bibliotecas y las librerías.

Con respecto a su obra, se la ha introducido en el canon literario del siglo XIX, debido a su constante trabajo y su gran número de obras de calidad. Gracias a su ideología feminista igualitaria, ha aportado novedosas ideas, las cuales destacan en sus obras. Su relación con el resto de los escritores no la ha dejado atrás, por ello no presenta muchas diferencias con los autores de la época.


Existe un documental sobre ella en rtve.es por si deseas conocerla mejor.
Bibliografía

Adrián Lorenzo