Este poema pertenece al libro Completamente viernes, de Luis García Montero. Es una reflexión, en
tono aparentemente desenfado o irónico, sobre la utilidad, o inutilidad, de la
poesía.
LA POESÍA
La
poesía es inútil, sólo sirve
para
cortarle la cabeza a un rey
o
para seducir a una muchacha.
Quizás
sirve también,
si
es que el agua es la muerte,
para
rayar el agua con un sueño.
Y
si el tiempo le otorga su única materia,
posiblemente
sirva de navaja,
porque
es mejor un corte limpio
cuando
abrimos la piel de la memoria.
Con
un cristal partido,
el
deseo
hace
heridas más sucias.
La
poesía eres tú,
un
corte limpio,
una
raya en el agua
—si
es que el agua es razón de la existencia -,
la
mujer que se deja seducir
para
cortarle la cabeza a un rey.
Luis García Montero es un escritor granadino al que
se incluye entre los “poetas de la experiencia”. Se caracteriza por escribir
poesía sobre lo cotidiano.
Destaca por su estilo coloquial, la originalidad en
tratar el tema amoroso, los toques surrealistas de muchos de sus poemas y la
naturalidad con que integra en su poesía tanto lo urbano (coches, semáforos,
calles…) como referencias literarias a muchos autores (desde Jorge Manrique a
Luis Cernuda y Jaime Gil de Biedma, pasando por los barrocos, Gustavo Adolfo
Bécquer o Juan Ramón Jiménez).
Citamos algunos de sus libros de poesía: Diario cómplice (1987), Las flores del frío (1991), Habitaciones separadas (Premio
Nacional de Literatura 1994),
Completamente viernes (1998), La
intimidad de la serpiente (Premio Nacional de la Crítica 2003), Un invierno propio (2011), Una forma de resistencia (2012).
Más datos sobre el autor en su página web: http://www.luisgarciamontero.com/
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