Ensayo
Ed. Seix Barral
240 páginas
Este
es un libro inclasificable: no es una novela, no es un diario, no es
una biografía...
A
partir del diario que Marie Curie escribe durante un año después de
la muerte de su marido (y que se incluye en las páginas finales del
libro), Rosa Montero hace una especie de glosa o comentario sobre la
vida de Curie y sobre su propia vida.
Por
eso es también un ejercicio de introspección en la propia vida de
la escritora, que sufrió la misma pérdida que la física polaca con
la que se identifica en gran manera.
Igualmente
es un alegato por las mujeres que han tenido el valor de padecer
intensos sufrimientos, a causa de no haber querido ocupar el lugar
que su sociedad quería para ellas, y que nos han hecho el camino
mucho más fácil a las que hemos venido después.
Es
un libro que toca muchos temas y muy sensibles: el lugar de las
mujeres en distintos momentos históricos, la lucha (y padecimientos)
de algunas de esas mujeres por superar los prejuicios y el machismo
de su sociedad, las relaciones entre padres e hijos, las relaciones
entre maridos y mujeres, la pérdida de los seres queridos y muchos
temas más, que te hacen reflexionar, pararte a pensar en lo que
hemos avanzado las mujeres en derechos (se te abren las carnes
leyendo los padecimientos que arrostró Marie Curie mientras estudió
en la Sorbona, por ejemplo), aunque todavía nos falte bastante y te
hace agradecer intensamente el valor de Curie y otras mujeres como
ella a lo largo del último siglo.
Me
ha gustado mucho también el tono del libro, tierno, entrañable,
apasionado a veces, y con mucho humor. No es un libro triste, ni de
autoconmiseración por parte de la autora. Es un libro optimista,
lleno de fuerza, y que transmite unas enormes ganas de vivir.
Además
del contenido, está el lenguaje. Es un libro escrito con un mimo
increíble, con muchas metáforas, comparaciones, también
hipérboles, analogías... Su estilo te atrapa desde el principio y
no te suelta hasta el final.
En
resumen: un libro que da gusto leer tanto por lo que cuenta por cómo
lo cuenta. Y además de todo, lo acompañan fotografías sobre Curie,
su marido, sus hijas, el marido de Rosa Montero, sus dedos, etc. Muy
original.
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