La presencia del espejo
Subió al ático y para su asombro se encontró una extraña silueta cubierta de una manta donde se podía leer una inscripción: “No destapes este objeto si sabes lo que te conviene”. Haciendo caso omiso a la advertencia, retiró la manta dejando paso a un espejo con la foto de un niño, con una expresión terrorífica. Se contempló en él y pasado un breve tiempo, había alguien detrás de él. Se giró para ver quién era pero no había nadie, volvió a mirar pero era solo un espejismo creado por el espejo. De repente esa presencia se convirtió en el niño de la foto, con esa misma expresión de la cara que daba escalofríos. “No me digas que no te lo advertí”, le dijo y notó que le falta oxígeno, miró al espejo y el niño le estaba estrangulando con tanta fuerza que su cuerpo sin vida cayó a los pies del espejo.
A. Gracianno
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