Pi Ediciones
2017
156 páginas
Nuevo libro de microrrelatos de Atilano Sevillano tras Lady Ofelia y otros microrrelatos. En este libro, los microrrelatos (120) están distribuidos por orden alfabético; cada letra alberga al menos uno. Se trata de historias de corta duración cuyas estructuras reproducen otras ya conocidas, pero que revientan sus costuras: anuncios, esquelas, salmos bíblicos, juegos de palabras,...
En todos ellos está presente la ironía del autor, el humor a veces ácido, a veces sarcástico y socarrón.
El hilo conductor que recorre estas 120 magníficas píldoras son las letras, desde el alfabeto completo del título hasta el juego literario: su orden o su desorden, su colocación a veces anárquica, a veces azarosa.
Muchos de ellos juegan con personajes y autores de la literatura universal: una débil línea separa la realidad de la ficción o de una realidad paralela.
La cantidad de juegos e ideas que el autor propone en estos relatos es inmensa; yo diría que caben muchos libros en este libro, porque la imaginación del lector lleva a desarrollar cada historia en la que suelen tener cabida varios niveles de lectura.
Lo he pasado muy bien durante los días en que he estado sumergido en la lectura de este libro. Pese a la aparente ligereza del microrrelato creo que son textos densos, muy cuidados y trabajados que demandan una lectura sosegada, sin prisa, con tiempo para la reflexión a la que invitan. Para terminar, no me resisto a copiar aquí el último de los microrrelatos del libro (Zozobra, pág. 143):
ZOZOBRA
Impelido a cerrar todas sus historias el ya viejo y aventurero escritor no tuvo más remedio que abrir aquel arcón desvencijado, colocarse un parche y desenterrar los tesoros que escondía en su ya frágil memoria.
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