Este libro cuenta la historia de un becado argentino en
Inglaterra que se ve envuelto en una serie de crímenes.
Este muchacho, cuyo nombre es desconocido a lo largo de toda
la historia, decide alojarse en la casa de una anciana, Ms.Eagleton, que vive
en compañía de su nieta, Beth, y a quien
conoce por medio de recomendaciones de
su mentora allí, Ms.Bronson.
Tras un corto tiempo desde su llegada a Oxford, un día
cualquiera cuando volvía a casa, se
encuentra en la puerta de la vivienda al
conocido y honorado profesor de matemáticas Arthur Seldom. Tras una breve
conversación, ambos hombres deciden entrar en la casa, y confirmando las
sospechas de Seldom, hallan el cuerpo sin vida de Ms.Eagleton. Después de
informar a la policía y responder a todas las preguntas del oficial Petersen,
Seldom solicita ser él mismo quien de la trágica noticia a Beth, por lo que, en
compañía del joven argentino, se encaminan hacia el teatro donde Beth estaba
trabajando.
La relevancia de tal suceso, reside en el misterio que le
impregna al mismo una nota que alertaba del asesinato y que le es mandada al
profesor. En dicha nota, que decía: “El primero de la
serie” y describía la dirección de Mrs. Eagleton, además había dibujado un
círculo. Aparentemente, este asesinato
sería el comienzo de una serie de crímenes imperceptibles, fruto de la
malinterpretación de un apartado del libro de Seldom en el cual se comparaba
las series lógicas matemáticas con los asesinatos en serie.
Efectivamente, a
este crimen le sucederían otros, todos con una supuesta relación entre ellos.
El segundo sería el de Ernest Clark, un hombre en estado vegetativo y que
compartía habitación con Frank Kalman, un amigo de Seldom con una curiosa
historia que explicaba su condición. En esta ocasión el símbolo utilizado sería
un pez y a pesar de que en un principio creen que ha sido una muerte natural, después
descubren indicios de una aguja y la posibilidad de que haya sido inyectado un
veneno indetectable. Sería también en la visita al hospital cuando el joven
argentino conoce a Ralph Johnson. Este hombre le habla sobre los trasplantes en
la época de Cristo y los pitagóricos, lo que guarda relación con la situación
actual de su hija, quien se encontraba en urgente necesidad de un trasplante
pulmonar y que previamente había tenido dos posibles donantes, ambos denegados
porque sus familias eran cristianas.
Tras este crimen,
se produciría el de un anciano percusionista durante un
concierto, asfixiado de tal forma que nadie fue capaz de percatarse hasta que
el hombre ya había fallecido. Cuando todos fueron al escenario para contemplar
lo ocurrido, Seldom descubrió el tercer mensaje, recortado del programa, y que
decía: “El tercero de la serie”, junto con el dibujo de un triángulo. Con este
tercer asesinato, determinan que el asesino está siguiendo una serie en base al
libro “La hermandad de los pitagóricos”, en el que se explicaba que para los
pitagóricos cada número era un determinado símbolo. En este momento, Seldom y
Petersen deciden publicar sobre estos crímenes en primera página del Oxford
Times. El objetivo es que el asesino crea que han logrado anticiparse a sus
movimientos y desvelar su serie lógica para poder dar fin a esta sucesión de muertes.
No obstante, tras
el célebre acontecimiento de la demostración del Teorema de Fermat y mientras
el muchacho argentino pasaba el día con Lorna (su novia y que también es un
personaje de cierta relevancia a lo largo del libro), ella recibió una llamada
del hospital con la confirmación de un accidente de autobús que había que caído por un
precipicio cerca del lugar de la congregación matemática. Esta vez, la forma de
hacer llegar el mensaje había sido distinto a las otras veces, ya que le
recibieron antes de que sucediera y fue a través de una llamada telefónica.
Decía: “El cuarto de la serie es el Tetraktys. Diez puntos en el triángulo
ciego”. En el accidente murieron 10 niños con síndrome de Down y el conductor,
el padre de la chica que estaba en el hospital esperando un pulmón, quien había
estrellado el vehículo de forma intencionada. No quería que ardiera el bus para
asegurarse que los pulmones se salvarían y por ello había notificado con
antelación el suceso, ya que efectivamente, su hija recibió un pulmón antes de
que se conocieran los detalles de lo sucedido. Después de esto, se concluyó por
tanto que el padre de la niña había sido el misterioso asesino y el caso fue cerrado.
Sin embargo, ese mismo día el chaval vio los restos de un angstum (un animal que por lo visto debe de
ser común en Inglaterra), y recordó lo que dijo Petersen: “Es difícil saber
hasta dónde llegaría uno por su hijo”. Rápidamente se dio cuenta de lo que Seldom le había intentado decir durante todo
ese tiempo, y cuando le encontró en el museo, este le confeso toda la verdad.
El primer crimen había sido cometido por Beth, y él lo ocultó bajo una serie de
asesinatos en serie para protegerla, ya que ella era en realidad su hija. La
segunda muerte fue natural, pero Seldom le insertó una jeringa para que
pareciera asesinato. La tercera muerte también
fue natural y Seldom lo tomó como una señal caída del cielo puesto que buscaba
hacer el menor daño posible y no tenía intención de matar a nadie, simplemente
necesitaba una forma de concluir lo que había empezado, él mismo fue quien dejo
el mensaje en su asiento cuando nadie lo veía. Pero sin embargo, en el cuarto
crimen no tuvo nada que ver, fue Ralph, que también sabía la continuación de la
serie, que aprovechó la publicación del artículo del periódico para sus propios
intereses y que quedó como culpable de todas las muertes anteriores.
He de decir que he disfrutado bastante con la lectura de este libro, la historia me ha parecido muy interesante y desde luego cuenta con una narración sublime que sabe atrapar al lector desde el primer momento. Respecto a términos matemáticos, no maneja conceptos muy complicados lo que no dificulta la comprensión de la trama sino que le da un toque enigmático que en opinión, propensa un acercamiento de la propia historia. Como algo a destacar, me gustaría mencionar que también he visto la película y la novela me ha parecido, por amplia diferencia, mucho mejor; aun así me sorprendió bastante la buena crítica que tenía la película, que como curiosidad, está dirigida por el español Alex de la Iglesia. Sin lugar a dudas, recomiendo este libro porque creo que es una novela policial de la que al mismo tiempo te llevas algún que otro nuevo conocimiento matemático, más que un mero libro sobre matemáticas.
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