Relatos fantásticos y de miedo
282 páginas
2016
Rodrigo Martín Noriega consigue, en pocas líneas, ir creando una atmósfera de misterio, de suspense, de intriga, o incluso de horror, en sus relatos. Y va llevando el argumento hasta un desenlace sorprendente, con un estilo sin excesos retóricos, pero con los recursos suficientes para hacer unas descripciones muy plásticas que permiten a l@s lector@s meterse en el pensamiento del personaje o en el escenario del relato desde el principio y seguir con expectación el desarrollo de los acontecimientos.
En cuanto a los temas, son variados dentro del campo fantástico y de miedo: hay relatos sobre el tema del fin del mundo, sobre las casas misteriosas que se tragan a la gente, sobre psicópatas y crímenes, obsesiones y fobias, ovnis, relaciones sociales tóxicas, posesiones diabólicas y hasta canibalismo. A pesar de ser muchos de los relatos duros o escabrosos o morbosos o perversos, considero que el tratamiento es muy acertado porque hay un cierto toque de humor o de ironía que produce un distanciamiento, y un disfrute del relato porque sabemos que no es más que un juego, un relato, ficción.
Por otro lado, me han parecido muy originales, aunque en ocasiones se perciban las referencias al imaginario colectivo que ya tod@s compartimos sobre casas del terror y psicópatas. Según dijo el autor en la Biblioteca de Tudela, son su particular homenaje al género.
Hay algo que sí he echado de menos, y es una visión femenina más actual. Me refiero a que las mujeres que aparecen en los relatos en general reflejan el rol tradicional en que la mujer quiere casarse y a cierta edad teme que “se le pase el arroz”, o la mujer que está protegida o guiada por su novio o marido. Hay también mujeres fuertes y protagonistas, pero son las menos según mi punto de vista.
Para terminar, señalaré aquellos relatos que más me han impresionado (me va a costar hacer una selección pequeña entre los diecisiete relatos del libro): Transferencia y La niña de sus ojos, por el final tan inesperado (aunque esto todos lo cumplen), Primera persona del singular, por el original tratamiento del tema de los sueños, Amor de madre, por el humor sutil y la estructura del relato a partir de cartas, Empleada de hogar, porque es capaz de provocar con simples palabras un asco intenso, Turismo rural, por la atmósfera de terror psicológico que recrea, y El desertor, porque es un modelo de relato clásico de posesión demoníaca con factura cinematográfica.
En definitiva, un libro con cuya lectura he disfrutado mucho y que recomiendo calurosamente.
En cuanto a los temas, son variados dentro del campo fantástico y de miedo: hay relatos sobre el tema del fin del mundo, sobre las casas misteriosas que se tragan a la gente, sobre psicópatas y crímenes, obsesiones y fobias, ovnis, relaciones sociales tóxicas, posesiones diabólicas y hasta canibalismo. A pesar de ser muchos de los relatos duros o escabrosos o morbosos o perversos, considero que el tratamiento es muy acertado porque hay un cierto toque de humor o de ironía que produce un distanciamiento, y un disfrute del relato porque sabemos que no es más que un juego, un relato, ficción.
Por otro lado, me han parecido muy originales, aunque en ocasiones se perciban las referencias al imaginario colectivo que ya tod@s compartimos sobre casas del terror y psicópatas. Según dijo el autor en la Biblioteca de Tudela, son su particular homenaje al género.
Hay algo que sí he echado de menos, y es una visión femenina más actual. Me refiero a que las mujeres que aparecen en los relatos en general reflejan el rol tradicional en que la mujer quiere casarse y a cierta edad teme que “se le pase el arroz”, o la mujer que está protegida o guiada por su novio o marido. Hay también mujeres fuertes y protagonistas, pero son las menos según mi punto de vista.
Para terminar, señalaré aquellos relatos que más me han impresionado (me va a costar hacer una selección pequeña entre los diecisiete relatos del libro): Transferencia y La niña de sus ojos, por el final tan inesperado (aunque esto todos lo cumplen), Primera persona del singular, por el original tratamiento del tema de los sueños, Amor de madre, por el humor sutil y la estructura del relato a partir de cartas, Empleada de hogar, porque es capaz de provocar con simples palabras un asco intenso, Turismo rural, por la atmósfera de terror psicológico que recrea, y El desertor, porque es un modelo de relato clásico de posesión demoníaca con factura cinematográfica.
En definitiva, un libro con cuya lectura he disfrutado mucho y que recomiendo calurosamente.
Muchas gracias,lectores así dan sentido a todo esto.Y por supuesto tomo nota sobre el tema de los personsjes femeninos!Gracias.
ResponderEliminarY por supuesto los interesados en el libro pueden escribirme a lasdemascosas@yahoo.com o a través de la página de facebook Relatos sobre las demás cosas.
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