miércoles, 3 de abril de 2013

DIOSAS, RAMERAS, ESPOSAS Y ESCLAVAS. MUJERES EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA, Sarah B. Pomeroy

HISTORIA SOCIAL

Ediciones AKAL

279 páginas

Año 1999




En este libro Sarah B. Pomeroy, catedrática emérita de Lenguas Clásicas e Historia en la Universidad de Nueva York, hace un estudio pormenorizado de todos los aspectos de la vida de las mujeres en el mundo grecorromano.

Considero que es un libro especial en ese sentido: generalmente los libros que tratan de algún período concreto de la Historia se dedican a estudiar los hechos políticos, económicos, demográficos, culturales, etc., y no suelen profundizar en la vida de las mujeres. La razón es que a lo largo de la Historia los hechos “importantes”, los hechos que habitualmente consigna la Historia en sus libros (batallas, tratados, etc., básicamente hechos políticos y militares), los han realizado en su mayoría hombres.

Pues bien, en este libro el enfoque es muy diferente: la investigación se centra en las mujeres de la época de Grecia y Roma antiguas, e intenta profundizar en todos los aspectos de la vida de estas mujeres (salud, comida, trabajo, legislación, matrimonio, sexo, religión, vestido, etc.) y en las diferencias que había según las diferentes capas sociales.

La investigación que lleva a cabo la autora de este libro, como ella misma asume, tiene dos dificultades principales: la duración del período, unos quince siglos, y la escasez de documentos y evidencias arqueológicas.

El libro, escrito desde una perspectiva claramente feminista, tiene el objetivo, y yo creo que lo cumple, de darnos a conocer el pasado en las relaciones desiguales entre hombres y mujeres, para entender y cambiar el presente. Porque hoy, a pesar de que vivimos de forma muy diferente a los antiguos y por mucho que existan Internet y las nuevas tecnologías, hay muchas desigualdades que persisten desde entonces, desigualdades e injusticias que debemos cambiar entre todas las personas.

Un único aspecto no me ha gustado de este libro: la forma de expresión a menudo farragosa y poco clara, que me ha impedido hacer una lectura más rápida y más agradable de lo que el tema y el tratamiento que del mismo ha hecho la autora se merecen. Desconozco si el origen está en el original en inglés o en la traducción al español, pero considero que una mala redacción es un fallo imperdonable en cualquier libro divulgativo como éste y un obstáculo para la difusión de los contenidos más que interesantes que presenta la autora de este libro.

       Un ejemplo (de los miles que hay) de esa injusticia aparecía hace unos días en un artículo de Almudena Grandes en El País Semanal: La herida innombrable. Cosas como ésas me dejan sin palabras.


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