Novela
Título: Los Crímenes de Oxford
Autor: Guillermo Martínez
Editorial: DESTINO
224 páginas
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Beth pensaba que se iba a deshacer por fin de ella debido a su grave enfermedad, pero los últimos resultados que les dieron decían que a la Señora Eagleton la quedaban todavía 10 años de vida.
Martin conoce al señor Arthur Seldom, y a Lorna(de la que se acaba enamorando).
Al poco tiempo, Martin y Seldom se encuentran a la señora Eagleton muerta en su casa, como consecuencia de esto se abre una investigación llevada por el inspector Petersen. Arthur Seldom descubre una carta en el buzón de su casa, al parecer el remitente era el asesino. La carta contiene un círculo, y Seldom lo interpreta como un problema matemático, y ese círculo es el primer paso de la sucesión. Aunque con esto no pueden encontrar ya al asesino.
Aparece otro cadáver, es Ernest Clark, un enfermo crónico del hospital.
Todo el mundo piensa que ha sido de muerte natural, pero hay indicios de que se le ha clavado una aguja, la cual podía contener veneno. Hay una nueva pista dejada por el asesino, el símbolo de un pez.
Todos van al concierto que va a hacer Beth con su banda. Cuando el concierto empieza, de repente, la persona que tocaba el triángulo se derrumba y muere. Aparecen dos papeles, el primero dice "el tercero de la serie", el segundo papel dice "triángulo".
Martín decide investigar por su cuenta y va en busca de un libro, "La Hermandad de los Pitagóricos".
Este libro cuenta que los pitagóricos tenían un símbolo para cada número, y esos símbolos coincidían con los dejados por el asesino.
El último indicio que le hacía falta a Martin le viene con una llamada de teléfono previa a un accidente: el tetrakyts, pero en este caso no muere una persona, si no un autobús con 10 niños que tenía la enfermedad del síndrome de Down.
Martin lo entiende todo y se dispone a explicar lo sucedido en ese caso:
Beth mató a la señora Eagleton ya que estaba harta y amargada de cuidarla. Seldom, el padre de Beth, se compadece de ella y encubre el asesinato creando un asesino en serie ficticio el cual le reta a un desafío matemático. Arthur Seldom no mató a nadie ya que la segunda y tercera muerte fueron naturales. Solo quedaba por resolver el accidente del autobús, y el desenlace es que el padre de una niña que necesitaba un trasplante decidió, aprovechando el asesino en serie ficticio, matar a diez niños con síndrome de Down que estaban en el autobús para que hubiera mayor probabilidad de coincidencia sanguínea.
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