Novela
1889
91 páginas (pdf)
Francisca de Asís Taboada, marquesa viuda de
Andrade, es una mujer muy respetada en la alta sociedad madrileña y ella está
muy orgullosa de ese respeto que se ha ganado con su vida honrada y tranquila.
Cuando está a punto de ir a pasar las
vacaciones a su tierra, Vigo, con su padre y su hija de siete años, conoce a un
joven andaluz, Diego Pacheco, que provoca un cambio en su vida: el
descubrimiento del deseo y la pasión.
Asís se debate entre sus escrúpulos
religiosos y sociales, el miedo a que la tilden de casquivana sus amistades, y
la multitud de sensaciones nuevas y placenteras que le produce su relación con
Diego, gracioso, vividor y expansivo. Esa relación no está sujeta a las normas
y protocolos de la sociedad de la época; por eso, a Asís, que siempre las ha
respetado, esta situación le produce sufrimiento, hasta el punto de intentar,
repetidas veces, no volver a verlo.
El final es significativo, pero prefiero no
comentarlo, lógicamente por no desvelarlo.
El título de Insolación viene a cuento de que la primera vez que salen juntos
Asís y Diego es a la pradera de San Isidro, en la fiesta del patrón de Madrid,
y allí ella, presuntamente, coge una insolación que la deja al día siguiente en
cama y con jaqueca. Y ahí es donde comienza la novela precisamente. Aunque la
insolación es más una excusa o un símbolo que otra cosa: el sol, el deseo de
vivir…, es lo que se ha despertado en Asís con la compañía del andaluz.
Es una novela muy cortita y aparecen muy
pocos personajes, pero destaca, además de los dos protagonistas, Gabriel Pardo,
un amigo también gallego de Asís, que da voz a las ideas de Emilia Pardo Bazán
en defensa de la igualdad entre mujeres y hombres (obsérvese el apellido de
este personaje). La idea principal es cómo se medía (mide) de diferente manera
el comportamiento de las mujeres y los hombres en el plano amoroso y sexual: la
sociedad era (es) muy laxa con los hombres y muy estricta con las mujeres, y
llega al punto de que las propias mujeres creen que tienen la obligación de
“portarse mejor” que los hombres, con los consiguientes problemas de conciencia
de ellas, animados además por los usos y creencias religiosas en que las
mujeres (al menos en esta capa social) estaban más sometidas al poder de la Iglesia
a través de sus confesores espirituales.
El estilo tiene una calidad artística
indiscutible y en él sobresale la detallada y profunda caracterización
psicológica de la protagonista a través del monólogo interior de los primeros
capítulos y de partes del resto de la novela. A través de ese monólogo,
profundizamos en los pensamientos y sentimientos de Asís y en su evolución desde
su sentimiento inicial de vergüenza y culpa.
Sobresale también, en mi opinión, la ironía
de la escritora gallega, con la que consigue dar más fuerza a sus ideas en
defensa de la igualdad de la mujer y con la que también logra la complicidad de
l@s lector@s.
Esta novela fue publicada en 1889 y parece
ser que tuvo muy mala acogida por parte de los críticos, como Pereda o “Clarín”,
aunque las objeciones que le pusieron no eran de índole artística y literaria,
sino moral y sexista: les escandalizaba el tema y, sobre todo, que sobre ello
hubiera escrito una mujer y que defendiera la autonomía y la libertad sexual de
las mujeres. Advierto que es una novela del siglo XIX y que hay que
contextualizarla, porque a nuestros ojos casi podría ser considerada novela “rosa”,
en todo caso nunca “pornográfica” como llegó a calificarla “Clarín”.
En ese sentido, creo que habría que desmitificar
a los escritores, asumir que son personas con sus defectos y sus virtudes y que
ser maestros en la literatura no supone que tengan que ser también magníficas
personas. Quiero decir que, en mi opinión, “Clarín” (que en otros tiempos alabó
a Emilia Pardo Bazán y tuvieron una relación muy cordial y que es de los
escritores considerados progresistas…) sentía a la escritora gallega como una
rival y, como era mujer, disfrazó su rivalidad (me atrevería a decir envidia)
con condescendencia. Recordaré que “Clarín” rechazó el ingreso de la escritora
gallega en la RAE por el razonable motivo de que su trasero no cabía en el
sillón... La Regenta no deja de ser una
obra maestra dentro de la historia de la literatura, aunque su autor no fuera precisamente
irreprochable.
Termino con un agradecimiento a las mujeres
como Emilia Pardo Bazán, que defendieron sus ideales en la literatura y en su
propia vida, lo que les granjeó no pocos disgustos y sinsabores; pero gracias a
las cuales se fueron alcanzando las cotas de igualdad que hoy nosotras (todos) estamos
disfrutando. Y quería también reivindicar la categoría literaria de otras muchas escritoras de la historia de la literatura española, escritoras que no aparecen en
el currículo oficial de la ESO ni el Bachillerato: solo se estudia
a Emilia Pardo Bazán y Rosalía de Castro en el siglo XIX y, de entre los veinte
escritores que el currículo nombra en 2º Bachillerato del siglo
XX, no hay ninguna mujer. ¿En el siglo XX no hay ninguna escritora con la
suficiente calidad literaria como para poder estudiarla en el instituto? Me
extraña…
En resumen, Insolación es una novela entretenida, es literatura de calidad,
tiene valores humanos y sociales y un mensaje feminista que invita a
reflexionar, ¿qué más se puede pedir?
Documental sobre Emilia Pardo Bazán,
introductora del Naturalismo en España y autora de La tribuna, Los pazos de Ulloa y
La piedra angular, entre otros títulos:
Para leer esta novela online:
Para descargar el pdf de la novela (gratis y
legalmente):
No hay comentarios:
Publicar un comentario